jueves, 10 de mayo de 2012

Una historia de samurais con música de Shaft


No, no me estoy refiriendo a Afro Samurai, pero por ahí van los tiros. El manga que hoy nos ocupa es Color of Rage, un cómic guionizado por el mítico Kazuo Koike, guionista de obras tan celebres como El Lobo Solitario y su Cachorro, Asa el Ejecutor o Crying Freeman, por citar unas pocas. En el apartado gráfico nos encontramos con Seisaku Kano, un autor cuya obra desconozco por completo, porque he buscado cosas suyas por internet y nada más se le atribuye esta obra. 

La historia está situada en el Japón de la era Edo y gira en torno a dos esclavos, uno japonés y otro afroamericano, que consiguen escapar del barco en el que estaban apresados y llegan a la costa de Japón. Su primera intención, una vez conseguida su libertad, es pasar lo más desapercibido posible para llegar al pueblo natal de George, el esclavo japonés, sin embargo, eso no será nada fácil, ya que se verán envueltos en mil y un embrollos que se saldarán con una cantidad de muertos por capítulo considerable.

Para empezar, nos encontramos ante una sociedad, la japonesa, que se sorprende de ver a un hombre negro que habla de manera extraña (habla en inglés por supuesto, mientras que su compañero le traduce), por lo que su manera de reaccionar será exagerada, mientras que King, el esclavo afroamericano, intentará adaptarse lo mejor posible a una sociedad que le repudia y, sobre todo, le teme; hasta el punto que deberá ir con unas vendas que le tapen la cara, para que la gente no huya despavorida. 


Entre medio de este trasfondo social de choque de culturas y adaptación (o mejor dicho, desadaptación), se nos presentarán situaciones en la que ambos esclavos se verán envueltos en autenticas carnicerías, ya que no pueden dejar constancia ante las autoridades de su existencia, puesto que son fugitivos (aunque en ningún momento del manga se nota presencia alguna de sus posibles captores), así que ¿cómo se soluciona esto? pues muy fácil: no hay que dejar testigos.


O sea, nos encontramos ante un manga que tiene un trasfondo cultural, mezclado con el sadismo y la violencia ya características de las obras de Koike, todo ello realizado perfectamente, ya que es entretenido a más no poder y a pesar de ser un tomo de 400 y pico páginas, se lee de un tirón. 

 
Realmente he leído críticas que ponían este tomo a parir, y al empezar a leerlo me temía lo peor, pero realmente no veo que sea algo tan horrible. Siendo franco, estamos ante una obra menor de Kazuo Koike, sobre todo si las comparamos con las maravillas que realizó junto a su dibujante estrella, Goseki Kojima. Pero no es tan mala como la pintan algunos. Quizás al ser de Koike todos esperan algo más, pero después de haberme leído obras como Offered o la afamada Lady Snowblood (de la que salió la idea original para Kill Bill), no me parece que sea nada para echarse las manos a la cabeza. Al menos yo, pasé un buen rato leyendo este tomo, pero es verdad que nunca llueve a gusto de todos.

Por cierto, un detalle que me ha encantado, pero no se si es cosa de la traducción, o es así originalmente, es esa manera de hablar que tienen los protagonistas durante todo el cómic, que parecen un "habla de hermanos" tan típico de los afroamericanos que otra cosa.

En resumen, un buen cómic para pasar el rato en el que hay que tener cuidado o te terminará salpicando la sangre XD

¡Goddamit man!

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