sábado, 20 de junio de 2015

El Mejor Comic De Terror De Todos Los Tiempos: Spookhouse, De Scott Hampton


Estimados amigos y fans del Blog Susio (sé que existís):

En los 40,  Dr. Drew, Stalker of the unknow provocó escalofríos entre los lectores de cómics.

Y ¿Cómo olvidar en los 50 los cómics de la EC?

Los 60 y los 70 fueron los años de la invasión española en Creepy, Eerie y Vampirella. Y de La cosa del pantano de Berni Wrightson, de las Obras maestras de Bruce Jones y de Richard Corben.


En los 80, La cosa del pantano, de Alan Moore, Stephen Bissette y John Totleben, rompió moldes. Bissette continuó rompiendo esquemas a lo largo de los 90 con la antología Taboo y Clive Barker fue adaptado ( y muy bien) en numerosos prestige publicados por Eclipse Cómics. Ineludible destacar Tappin the vein. Y no podemos olvidarnos de la pavorosa El club de la sangre, de Charles Burns, incluida en el tomo Big Baby. No señor.


¿Y el Siglo XXI? ¿Puede existir el cómic de terror en una época en la que ver un telediario encierra más pavor que todos los tebeos de las décadas pasadas?

La respuesta es .

 
"No me jodas!!"

Y el cómic es SPOOKHOUSE, de Scott Hampton.


Spookhouse, editado en 2 volúmenes por IDW Publishing en los USA en 2005 es nada menos que un recopilatorio de adaptaciones de cuentos de fantasmas realizados por el dibujante/pintor Scott Hampton  (cuya obra más famosa es la novela gráfica de Batman Gritos en la noche) y publicados a lo largo de los años. 


 Aquí encontrareis todo tipo de espantos que os helaran la sangre: su mítica versión en cómic del no menos mítico relato de Robert E. Howard Pigeons from hell (calificado como el cuento más terrorífico de la historia); el clásico La pata de mono como nunca habéis visto;  la estremecedora A haunted island, del gran Algernoon Blackwood (y si no habeis leído su relato corto El wendigo, incluido en el libro Los mitos de Cthulhu publicado por Alianza editorial , ya estáis tardando); The tontine, de Clive Barker; la nominada al Eisner The upturned Stone, guionizada por el mismo Scott Hampton,  un cuento espeluznante, ideal para leer a la luz de una vela, mientras fuera el viento sopla con fuerza y los relámpagos anuncian la inminencia de una sobrecogedora tormenta, etc... Los dos tomos se completan con varios cuentos cortos de fantasmas, acompañados de ilustraciones.


Y si el texto provoca escalofríos de terror, los macabros dibujos os quitarán el sueño. Pocas veces se ha publicado un cómic de horror con unos dibujos tan soberbiamente apropiados. Atmosféricos, espeluznantes, el pánico hecho pintura y desparramado por las páginas de una antología soberbia y auténticamente imprescindible. Y para muestra un botón: El principio de The upturned Stone

“Ocurrió una noche de Halloween. Tres muchachos robaron la calabaza más grande que jamás habían visto y que había crecido sobre la tumba de un niño desconocido que había sido encontrado 10 años antes decapitado y con señales de haber sido salvajemente torturado.
Dos semanas después, los chicos comenzaron a tener pesadillas: uno soñó que estaba dentro de una habitación llena de humedad y moho y velas. Miles de velas. Y un hombre de rostro difuso cerraba la puerta con llave y se la guardaba en el batín, mientras se acercaba
Otro soñó que intentaba escapar de la habitación, que se perdía en los laberintos húmedos, oscuros y malolientes de la casa, y que finalmente era atrapado de nuevo por el hombre de rostro borroso.
Y el tercero soñó que caminaba bajo la lluvia una noche de tormenta, y que alguien le recogía y le llevaba en coche hasta una casa vieja de aspecto siniestro.
La casa del Sr. Brenner”


¡Y hasta aquí puedo leer! Dulces pesadillas. 
 

Podéis encontrar los tomos a buen precio en amazon.uk, o intentarlo a través de la siguiente página

¡Buena suerte!


PD: Después de Spookhouse otros dos cómics se han editado que siguen y muy bien, la senda de terror dejada por esta Obra Maestra: La casa en el confín de la tierra, de Simon Revelstroke y Richard Corben, editado por aquí recientemente por ECC ediciones; y la maravillosa adaptación de Posesión Infernal, dibujada por un John Bolton especialmente inspirado y recopilada por Dark Horse en el 2008 en un tomo de impresión. Absolutamente imprescindibles, claro.


El lector acojonado

viernes, 12 de junio de 2015

El Día Que Chuck Norris Lloró: Muere Christopher Lee


¡Que palo! Estaba yo preparando unas fabulosas patatas fritas para acompañar la deliciosa carne de Nochevieja que ha traído mi suegra esta semana cuando  me entero que el gran Christopher Lee ha muerto de insuficiencia respiratoria.

Joder! Y yo que me creía que el tío era inmortal y que solo sucumbiría a estacazos, convenientemente decapitado con la boca llena de ajos, o empalado en una cruz y va y uno de los más grandes actores de la historia del Cine, y un icono del terror se nos va en la cama de un Hospital… Aunque eso de que se ha ido es relativo. Lee alcanzó la inmortalidad hace mucho. El hombre se ha ido, pero el Mito permanecerá eternamente.


Recuerdo la primera vez que le ví. Fue en casa de mi tío Paco, y yo tendría 7 u 8 años. Echaban en la tele “El poder de la sangre de Drácula” o “Las cicatrices de Drácula”, no lo recuerdo. Lo imborrable es la impresión de ver despertar al Conde transilvano con los ojos encendidos, colorados como dos pimientos morrones. Coñiiiioooo!!! Y anda que mi padre, que fue a ver el primer Drácula cuando se estrenó por aquí en cines y se tiró una semana sin dormir, acordándose de la madre que parió a esa neumática vampiresa que se llevaba a una niña en la oscuridad de la noche con diabólica intención….


Pero Lee fue mucho más que Drácula, mucho más. Paseó su imponente porte por cientos de películas, hasta el punto de entrar en el Record Guiness como el actor más prolífico de todos los tiempos. Ha hecho de todo: malo de James Bond en “El hombre de la pistola de oro”, extraterrestre casposo en “Starship Invasions”, barítono majarón que sucumbe en una orgía con varias putas en “El ladrón de arco irís” de Alejandro Jodorowsky, doblador en películas de dibujos tan estimulantes como “El último unicornio”  o “La novia cadáver”, visir diabólico en “Alfombras mágicas”. También pelis de kárate como “Círculo de hierro”, adaptaciones de Sherlock Holmes como “El collar de la muerte” o la clásica “El perro de Baskerville”, o Agatha Christie en “10 negritos”. Colaboró con Walt Disney (“Los pequeños extraterrestres”) y también con Steven Spileberg (“1941”), Peter Jackson, Tim Burton y George Lucas (no hace falta decir en qué cintas). Ha sido personaje de tebeo dibujado nada menos que por Stephen Bissette y Rick Veitch… ¡¡¡¡¡Y ha tenido los Santos Cojones de plantarle cara al mismísimo Chuck Norris en “Golpe por golpe”!!!!!!


También ha podido cantar con su orgullosa voz de barítono  aquello de “Yo soy español, español, español…” ya que hecho un buen porrón de películas en nuestro país: con el bueno de Don Jesús Franco, sí, y también en cintas tan apreciables como “Pánico en el Transiberiano” o la demencial “El  felino”. 

Y sobre todo terror, mucho, mucho terror: La momia, Frankenstein, Fu Manchú, Rasputín… ¡Hasta ha aparecido en “Loca academia de policía 6: Misión en Moscú” sin perder su aristocrático porte, lo que no es pequeña tarea!


Pero lo mejor de lo mejor de su producción son dos extrañas cintas, poco comentadas, pero absolutamente imprescindibles: “La frustra e il corpo”, del Maestro Mario Bava, una fascinante cinta de horror policromado, con una historia de pasión sadomasoquista de ultratumba y que es uno de los mejores títulos del gótico italiano y una de los más grandes logros de su llorado director. Y su favorita (y mía) “El hombre de mimbre”, superclásica cinta de culto de los años 70, dirigida por Robin Hardy que hubiera hecho llorar de felicidad al mismísimo Arthur Machen.

Todavía recuerdo como si fuera ayer la carátula de “El hombre de mimbre” en el videoclub, una fotografía, spoiler como una catedral, de la edición en beta de Thorn Emi… Qué lejos estaba yo de saber que esa película, que desprendía un aura de extrañeza como pocas, y que compartía estante con “Zombi Holocausto” y “La quema” era una de las más grandes Obras Maestras de los años 70, una cinta de horror raruno que hundía sus raíces en el paganismo y la pervivencia de ritos precatólicos, en la que Lee aparecía como el Rey de Summerisle, la isla del verano eterno, famosa por su cosecha de manzanas y otras cosas que es mejor no contar. Ver a Lee desfilando travestido sin perder la compostura, dirigiendo al pueblo y al “tonto” hacia el espeluznante “Hombre de Mimbre” es algo que no se olvida…. Si no la has visto, ¡¡¡¡¡CORRE A DESCUBRIRLA!!!!!


Descansa en paz, Christopher Lee. Fuiste grande en vida y lo serás también en la muerte. Seguro que al llegar al cielo te estará esperando Peter Cushing, felizmente reunido con su mujer para darte un abrazo. Y Bela Lugosi, y Boris Karloff, y Vincent Price, y Lon Chaney, y nuestro Paul Naschy… 

¡¡¡¡Menuda monster mash vais a montar!!!!

EL LECTOR FURIOSO
11/6/2015