Saludos, amigos del Blog Sucio!
Soy el Oyente Furioso, primo retirado del Lector Furioso que
esta semana está de baja por un ataque de hemorroides. Os recomiendo
leer esta entrada con atención, o mejor aún, imprimirlo y leerlo
tranquilamente, porque la cosa tiene su miga. Porque lo que os propongo es un
recorrido (subjetivo, naturalmente) a través de la historia uno de mis grupos
favoritos y que, con suerte, puede que también se convierta en uno de los
vuestros. Señoras y señores, con todos Vds…¡¡“THE RESIDENTS”!!
Pregunta: ¿Qué es “The Residents”? Respuesta: El mayor
enigma en la historia de la música moderna. Cuatro individuos (ahora solo tres)
enmascarados, cuya identidad ha dado pie a las teorías más disparatadas e
inverosímiles (se ha llegado a especular que era los Beatles, The Police, Brian Eno y The Talking Heads e incluso cuatro expresidentes
norteamericanos!!!) que llevan cerca de 50 años haciendo la música más
extraterrestre a este lado de la galaxia. Solo se sabe que a) Venían de Louisiana y b)Se asentaron en San Francisco donde se proclamaron
seguidores de la “Teoría de la oscuridad”
del enigmático Profesor N. Senada (¿Soy solo yo, o este nombre
me suena a cachondeo?).
Recientemente se ha estrenado un
documental sobre ellos, con el revelador título de “Theory of obscurity”. Sin embargo, se trata de un trabajo
nefasto, ya que no traza una panorámica del grupo, que queda reducido a un
montón de anécdotas contadas por las consabidas cabezas parlantes (algunas de
las cuales podrían pertenecer a los mismísimos “Residents”. ¡Quién sabe!). Por ello, y dado que su carrera es
extraordinariamente prolífica y que no
todos los álbumes son buenos, sino que hay un puñado bien mediocre, os ofrezco
un recorrido por la historia de un grupo sin igual a través de diez de sus
discos más representativos. ¿Estáis preparados?
1.-THE THIRD REICH´N
ROLL (1976)
Tras su mentalmente preocupante
album de debut, “Meet The Residents”
(de gloriosa portada), y la drogodependiente Ópera Rock (¿!!) “Not avaliable”, The residents se destapan con su primera Obra Maestra. “The Third Reich´N Roll” es un huracán
de furia punk dadaísta que condensa en dos cortes, de 17 minutos cada uno, la
historia del rock´n´roll a la fecha. Un disco que parece creado por el
mismísimo Satanás y que vino acompañado de un single muy especial: la mejor
versión de “Satisfaction” que podáis
soñar. Ved el video en youtube (en sesión doble, por favor, con el video
promocional de “Third Reich´N Roll”)
y ya me diréis si no tengo razón.
2.-SKIMO (1979)
¿Qué hacer tras deconstruir el
pop en discos magnéticos y estupefacientes como “Fingerprince”, “Duck Stab”,
o “Buster and Glenn” (en los que
brilla con luz propia el guitarrista Snakefinger)? Fácil: hacer un disco de música
electrónico-ambient-esquimal-dadaista, donde presuntos cánticos indígenas
en verdad esconden slóganes comerciales demenciales. Una arrebatadora Obra
Maestra, que encima fue condensada en 8
minutos y reconvertida en imprescindible pieza de música disco, editada en
single con el título “Diskomo”.
Por cierto, que fue en “Skimo” cuando adoptaron las máscaras de
globos oculares gigantes, por la que son, aún hoy día, reconocidos.
3.-THE COMMERCIAL ALBUM (1980)
Según The Residents, las canciones pop duran realmente un minuto. El
resto es repetición una y otra vez hasta alcanzar la duración estándar. Desde
este punto de vista, es lógico lanzar un disco pop integrado por ¡¡¡¡¡¡¡40
canciones de un minuto!!!!!!!!. Una maravilla corrosiva, demencial y muy
accesible. Por cierto: las caras en la portada parece ser que son de John Travolta y Barbara Streisand.
4.-GOD IN THREE PERSONS (1988)
Tras “Commercial Album”, unos Residents
en la cresta de la popularidad deciden embarcarse en un ambicioso proyecto, una
trilogía de discos que narraría el enfrentamiento de la raza de los “Moles” contra los “Chubbies”, respaldada por una gira extensísima que les traería
incluso a España (llegaron a protagonizar un programa de “La edad de oro”, que es donde los descubrí. ¡Gracias Paloma!).
Tanto los discos como la gira fueron un completo desastre, financiera y
artísticamente, y estuvieron a punto de provocar la desaparición del grupo
que da la impresión que no sabía muy bien qué dirección tomar tras la
catástrofe. De esta negra etapa se salvan dos discos: un directo en Japón
con motivo del 13 aniversario (que les reunió de nuevo con el magnífico
guitarrista Snakefinger, muy
presente en sus inicios). Y sobre todo este “God in 3 persons”, saludado con demasiada efusividad como una Obra
Maestra, cuando no pasa de constituir un trabajo un tanto plomizo, con una
música que parece un Phillip Glass
de segunda división, y encima narrado antes que cantado. Con todo, es un
esfuerzo digno y un paso adelante.
5.-WORMWOOD (1998)
Los 90 trajeron un sinfín de
proyectos multimedia tan aparatosos como soporíferos. Y cuando parecía que la
chispa que les había convertido en un grupo mítico se había extinguido del
todo, The Residents se pusieron a
rezar… ¡Y les funcionó! “Wormwood”
es un trabajo admirable, un álbum conceptual basado en historias de la
Biblia y con un buen puñado de canciones memorables, un pop mucho más
accesible que el que practicaban en sus inicios, pero sin perder un ápice de la
extrañeza que caracteriza al grupo.
6.-DEMONS DANCE ALONE (2002)
Una rotunda Obra Maestra,
humana, trágica, melancólica y tremendamente personal. Construida sobre las
cenizas de la barbarie del 11-S, The
Residents se reinventan por completo ofreciendo un disco espléndido,
lleno de canciones bellísimas e inolvidables, y con unos interludios sin título
especialmente enigmáticos que, junto con la portada, me lleva a pensar si esto
no es sino una elegía a los miembros originales de la banda, fallecidos en
alguno de los ataques terroristas que tuvieron lugar ese fatídico día.
7.-WB:RMX (2004)
La cuadratura del círculo y, para
mi gusto, la Obra Maestra absoluta del grupo. Nada menos que coger la maqueta
original que enviaron anónimamente a Warner
Brothers Records, allá por el inicio de los 70 (rechazada y devuelta a la
atención de “Los residentes”,
bautizando así, imprevistamente al grupo), y convertirla en un sensacional,
vigoroso, disparatado y originalísimo disco de música de baile que deja al
resto de discos de música “dance” de la época a la altura de un puñado de
mocosos apestosos y malcriados.
8.-ANIMAL LOVER (2005)
Continuación espiritual de “Demons dance alone”, igualmente
estupendo. Tal vez más triste (aunque con algún corte hipervitaminado como “Mr. Bee´s Bumble”), y contando historias
de pérdida emocional a través de los ojos de animales. Excelente. Aunque, eso
sí, la portada, como desgraciadamente ha sucedido con casi todos sus discos
desde 1980, es horrorosa. No juzguen un libro por su tapa.
9.-TWEEDLES! (2006)
La historia detrás de este disco
tiene cojones: un fan rumano de los Residents
los invita a Transilvania. Y una vez allí, deciden contratar a la “Film Orquesta de Budapest” para hacer
un disco conceptual. Pero no sobre un vampiro, no. ¡¡Sobre un payaso adicto
al sexo!! Divertidísimo y lleno de grandes canciones, que prolongan esa
especie de pop accesible electrónico dadaísta que les ha caracterizado desde “Wormwood”.
10.-COOCHIE BRAKE (2011)
Tras “Twedles!”, The Residents
rompieron una racha imparable de 8 años de discos estupendos, y se sumieron
en un letargo artístico. Sí, seguían siendo tan prolíficos como siempre
(tal vez incluso más), pero los discos que sacaban no aportaban nada nuevo, ni
tenían nada especial que les hiciese destacar, siendo varios de ellos bien
mediocres. Y cuando parecían que un agujero negro se los iba a tragar otra vez,
se destapan nuevamente como una banda inclasificable, imprevisible y
absolutamente genial con “Coochie Brake”.
Si hacemos caso a la contraportada, el disco supuestamente recogería sus
recuerdos de los tiempos que en su adolescencia pasaron en Coochie Brake, un
pantano embrujado en lo más hondo del corazón de Luisiana, sobre el que corren
todo tipo de leyendas fantasmagóricas. Y la música es de lo más revolucionario
que han hecho nunca, creando una atmósfera terrorífica y alucinante, comparable,
por decir algo, a las mejores películas de David
Lynch. Encima está cantado en español. Bueno, cantado es decir algo, ya que
las voces más bien parecen psicofonías. Una Obra Maestra imprescindible,
a la altura de “WB:RMX” o “DEMONS DANCE ALONE”, ideal para
noches de tormenta, días ventosos, fiestas de Halloween o del mexicano “Día de
los muertos”.
Desde entonces los Residents se han reducido a tres. Han
abandonado su clásica imagen, reemplazándola por un anciano enmascarado y dos
calaveras con rastas y se han embarcado en una gira sin fin, plasmada en tres
discos pesados y oscuros, entre otros muchos proyectos. Y este año amenazan con
volver con “The ghost of hope”, nada
menos que un disco conceptual sobre accidentes de tren. Una cosa está clara:
por muchos altibajos y discos mediocres, junto a discos excelentes, a esta
banda no hay que perderle la pista porque no se sabe… tal vez su próxima Obra
Maestra esté a la vuelta de la esquina.
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