Saludos,
desconocido amigo:
Soy
el lector furioso. Y me he atrevido a escribirte esta carta para descubrirte a Walerian
Borowczyk. ¿Sabes quién es? Sí, fue
uno de los grandes mitos del cine de los 70. Empezó en Polonia haciendo cortos
y películas de animación rarísimas que le valieron la admiración de grandes
maestros como Terry Gilliam. De ahí saltó a dos películas de época
rarísimas ("Goto, la isla del amor" y "Blanche").
Pero
lo mejor estaba por venir: en 1974 dirigió uno de los mayores clásicos del cine
erótico: "Cuentos inmorales", cuatro cuentos que te ponen
cardíaco, rodados con un estilo personalísimo y radicalmente diferente a las
pelis eróticas de la época. Y, no te lo pierdas, incluye a PALOMA PICASSO COMO
LA CONDESA BATHORY (!!!!).
Tras
eso sacó otro megaéxito, "La bestia", versión alienígena y
casi porno de "La bella y la bestia", llena de inquietantes
tiempos muertos y con una atmósfera alucinante. Eso sí, el principio lo paso
siempre adelante a cámara rápida. Ya verás por qué. Je Je.
De
Francia saltó otra vez a Polonia, para rodar otro clásico del cine erótico...
que no incluye ninguna escena erótica (!) "Historia de un pecado".
Después
del triste fracaso de "Una mujer de la vida", su Obra Maestra
para mi gusto y la de unos pocos fans más, conoció un clamoroso éxito con
"Interior de un convento", una auténtica joya que supuso
además una de las cumbres de audiencia de Telecinco en su primera etapa. A esta
siguieron la floja "Tres mujeres inmorales" (aunque tiene su
aquel) y un corto basado en una obra de Stendhal incluido en la
antología "Colecciones Privadas".
Los
80 supusieron su fin, aunque se fue a lo grande: tras el traspiés que fue la
reivindicable"Los amantes de Lulú" (remake de "La caja
de Pandora", la peli que inspiró a Crepax nada menos que la
creación de Valentina), y en la que Udo Kier hace de Jack el
destripador en los minutos finales, Boro se reivindicó
furiosamentecomo auteur en toda regla con "Laberinto. El Doctor
Jekyll y las mujeres", muy insana, pero de lo que llevo visto, una
auténtica genialidad. Aún no he visto sus dos últimas pelis (3 si contamos la
alimenticia "Emmanuelle 5"): "Ars Amandi",
adaptación de Ovidio y "Ceremonie d´amour", que dicen
que es su canto del cisne y una peli rabiosamente personal, adaptación de otra
novela del autor de "La marge".
En
fin, mi desconocido amigo. Poco queda
por decir. Es curioso que una carrera inolvidable, llena de éxitos pero también
de fracasos quede reducida a unas pocas líneas. Palabras redundantes, vanas,
huecas. Pero también valiosas, en el sentido de que pueden ser usadas por un
cinéfilo adulto como llave para descubrir el particular Universo de uno de los
directores más fascinantes del Siglo XX.
Atentamente
te saluda
El
Lector Furioso
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