domingo, 18 de diciembre de 2016

Cerebus Cover Art Treasury: Busque, Compare, Y Como No Encontrará Nada Mejor, Cómprelo


Ha sido una larga espera. Casi tres años, desde que IDW hiciese público el anuncio, y más de una década desde la finalización de la serie. Pero ha merecido la pena: Por fin se ha publicado el tomo con todas las portadas de la mítica serie Cerebus, de Dave Sim (y con no poca ayuda de Gerhard en los fondos, las tintas y qué se yo!)

Pero ¿Qué es Cerebus


ATENCIÓN SPOILERS: Cerebus fue bárbaro, ayudante de Groucho Marx, presidente de un Estado al que llevó a la ruina más miserable, Papa, ascendió a la luna, para volver a la Tierra y encontrar su Iglesia hecha añicos y él mismo convertido en un proscrito, vivió una truncada historia de amor con la bailarina Jaka, casada con un tal Rick, entró  en estado catatónico mientras Oscar Wilde agonizaba, se enfrentó a su pasado y a su futuro, conoció a su autor mientras flotaba por el espacio, estuvo a punto de morir congelado en Plutón, volvió –otra vez- a la tierra para regentar un bar, al que acudía lo más selecto del cómic independiente de los 90 y cómicos como Marty Feldman, se reencontró con Rick convertido en un iluminado y, ahora sí, pudo vivir una preciosa historia de amor con Jaka que terminó fatal. Convertido en un profeta, dedicó sus días a elucubrar sobre el Génesis y la teoría de la Creación, para terminar postrado en la cama, achacoso y envejecido esperando la llegada de su querido hijo… lo que, al final, le llevará a esa muerte profetizada desde el principio de la serie (efectivamente, “algo cayó”). FIN DEL SPOILER.


Todo eso a lo largo de 300 números mensuales en blanco y negro que fueron un monumento a la independencia creativa más absoluta, a la libertad artística más desbocada, al exceso autoral más desenfrenado. Una obra incalificable y apasionante, inabarcable y maestra, recopilada en 16 imprescindibles tomos a los que solo se les podía poner una objeción:

FALTABAN LAS PORTADAS.


Y es que, para Dave Sim, tan importante como el contenido de su magnum opus, era el continente. Una serie tan radicalmente diferente tenía que tener un envoltorio lo suficientemente atractivo como para atraer la atención  del potencial comprador. Y desde luego que lo consiguió.


Este hermoso tomo recopila todas las cubiertas de la serie y añade un buen puñado de extras. Las portadas se presentan escaneadas directamente de los originales y el nivel de cuidado en su reproducción es simplemente abrumador. Pasar sus páginas no es solo asistir a un desfile de ilustraciones. Es contemplar la imparable audacia creativa de Dave Sim: de las primeras, fanzineras y semiamateur parodias del Conan de Barry Smith, a las desternillantes de “High Society”, el primer gran arco argumental de la serie. Y eso es solo el principio: a continuación tenemos la llegada de Gerhard en las portadas de “Church & State”, con su embriagadora paleta de colores (solo ha existido una colorista en el mundo del tebeo comparable a Gerhard: Lynn Varley). Y de ahí pasamos a la delicadeza de las dedicadas a “Jaka´s Story”, la melancolía de las correspondientes a “Melmoth” o  la violencia, lo cósmico y el gusto por el detalle decorativo de la saga “Mothers and Daughters”.


Así como el desenfado etílico de la saga “Guys” tiene su fiel reflejo en las cubiertas, el carácter solemne en “Rick´s story” lo domina todo. Y una perfecta muestra de la independencia artística de Dave Sim la hallamos en el siguiente arco argumental, formado por los tomos “Going Home” y “Form and Void”. Cerebus desaparece de las cubiertas, sustituido por bellísimas e hipnóticas fotografías, para volver en los dos últimas sagas, “Latter days” y “The last day”, que cierran un tomo de una conmovedora belleza sin parangón en el mundo del tebeo. 

Este tomo es un auténtico tesoro. Seas o no fan de Cerebus, hayas leído o no la serie, te gusten o no los cómics, regalarlo (o regalártelo) no es solo una compra de 5 estrellas, o una opción más que acertada, acertadísima. Es un auténtico detalle de buen gusto.


Absolutamente imprescindible.

El Lector Furioso

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