Discos para el fresco: Onmyouza - Kongo Kyubi

Ahora que ya está cambiando un poco la temperatura y está dejando de hacer tanto calor, al menos poco a poco, se me apetecía volver a escuchar una banda que tenía un poco abandonada: Onmyouza.

Esta banda de origen japonés, es de lo mejorcito del panorama nipón en estos últimos años que yo haya escuchado, con un sonido rockero, en ocasiones llegando a tener un sonido Heavy Metal clásico, pero con toques del folclore Japonés.

Si hablamos de música Japonesa, grupos que merezcan la pena se podrían contar con los dedos de una mano, ya que, a excepción de alguna que otra canción que me guste (sobre todo de bandas sonoras de series y pelis de anime) grupos, lo que se dicen grupos hay muy pocos que realmente se pueden decir que se diferencie del resto y menos hoy día que entre los grupos de j-pop, visual y esas cosas, son todos un calco unos de otros y que son más llamativos por sus estrambóticas pintas que por unas canciones decentes. Onmyouza, a pesar de ser un grupo cuyo punto fuerte sean también sus pintas (van todos sus miembros vestidos con kimonos al más puro estilo Onmyouji), tienen un sonido muy diferente al resto de estas bandas del montón, mezclando sonidos occidentales y orientales.


El disco que quiero comentar es Kongo Kyubi, que salió a la venta en Septiembre del año pasado, pero lo desconocía del todo, ya que después de su anterior disco, "Chimimouryou", les perdí la pista, debido a que ese álbum en concreto me resultó un poco repetitivo y me terminó defraudando un poco.

La verdad es que antes de escuchar este último álbum, me temía lo peor, porque precisamente Chimimouryou es un disco que parecía estar hecho con prisas, que salió solo un año después de Maou Taiten, para mi gusto, uno de los mejores discos de la banda. Volviendo al tema, Kongo Kyubi suponía el tercer disco consecutivo en tres años y me temía que me sucediese lo mismo que con su anterior disco, sin embargo, al menos de momento, no me ha decepcionado, sino que me está sorprendiendo bastante.

Foto con la formación más reciente de Onmyouza, sin Tora, el batería, que abandonó la banda por "motivos personales" (una pena).

Nada más empezar el disco, me esperaba o bien una canción intro, o bien algo cañero para empezar, pero me doy de narices con una canción con ritmos lentos y un sonido de guitarra que me recordaba a los discos de principios de los 90 de Héroes del Silencio, pero que se combinaban con otros ritmos más rápidos sin llegar a sonar cañero del todo. Mi primera impresión me dejó sin saber que opinar, pero lo que tenía claro es que, si bien no han cambiado su sonido, no sonaban para nada repetitivos.

Lo malo de Onmyouza es que es un grupo cuyo estilo musical, si se cambia, puede terminar perdiendo todo su atractivo, pero, como ya he comentado, después de tanto tiempo y tantos discos, puede resultar cargante escuchar una y otra vez lo mismo, por eso, el cambio debe ser ínfimo de forma que no pierda su sello de identidad.

En este disco ese pequeño cambio es perceptible, al menos para los fans, es un disco más tranquilo en general, pero con momentos muy cañeros como el single, que para mi gusto está demasiado pronto en el disco (es la pista 2), lo hubiese dejado un poco más entrado el disco, pero no altera para nada el desarrollo del álbum.

Portada del segundo single del disco y el único hasta el momento con vídeo musical: "Aoki Dokugan"

Eso si, Kuroneko cada día demuestra más y más que tiene un vozarrón y es que la vocalista acapara mucho más que en trabajos anteriores, dejando a Matatabi (bajo y voces) algo más en segundo plano de lo que ya de por si estaba, aunque se siguen complementando de maravilla en el reparto de voces.

Por cierto, que después de dos álbumes sin canciones conceptuales, vuelven en este con el tema "Kumikyouku [Kyuubi]" que consta de 3 partes (de 5, 9 y 5 minutos respectivamente), no es tan espectacular como otras canciones conceptuales como "Kumikyoku Yoshitsune" (una de mis canciones favoritas de Onmyouza), pero no está nada mal, eso si, la tercera parte, en vez de ser más calmada, mete unos guitarrazos bastante apañados, mientras Matatabi se encarga de meter algún que otro berrido alternándose con los sonidos melódicos de Kuroneko.

Eso si, para terminar, últimamente la banda Japonesa termina con una canción que o bien parece de coña o bien tiene un toque más comercial, de manera que algunos de los temas finales de estos últimos discos podrían perfectamente ser el opening de alguna serie Shonen, vamos, que no va demasiado con el resto del disco, aunque en este trabajo, el tema final no es tan cantoso como en otros álbumes, cosa que es de agradecer, sin embargo si que hay un par de canciones más comerciales, y esas son "Soukoku" y "Doukoku", canciones que se utilizaron como opening y ending respectivamente del juego de la Nintendo DS "Inugami-ke no Ichizoku", y en el caso de Doukoku, se podía haber quedado de cara b perfectamente, porque no es de las mejores canciones de Onmyouza, no es mala, pero tampoco es una maravilla.

Portada del single con los temas "Soukoku" y "Doukoku"

En resumen, disco más que decente, digno de los mejores Onmyouza, con sonidos algo más tranquilos y, quizás, demasiadas baladas, pero en definitiva es loable que un grupo que lleva ya 11 años con 10 discos de estudios en su haber, más otros tantos entre recopilatorios y directos, sigan sin defraudar al público siendo fieles a un estilo.

En diciembre de este año, concretamente el día 22 se pondrá a la venta una caja con sus 10 álbumes de estudio remasterizados más dos cd's con todos sus singles (supongo que vendrán incluidas las caras b) y un DVD con todos sus vídeos hasta el momento. Atractiva es la cajita de marras, sobre todo para mí que solo tengo un par de discos originales y me encantaría tener los discos de este grupo, a ver si algún día me la encuentro de importación en algún lado.

¡Nos leemos!