lunes, 23 de agosto de 2010

Reflexiones veraniegas (II)

Ahora que el verano, o mejor dicho Agosto, está llegando a su fin, había pensado en hacer una valoración de lo que ha sido/está siendo este veranito. Y lo único que puedo decir, es que ya estoy hasta las narices de esto xD

A ver, no es solo el calor asqueroso lo que me mata, de lo que estoy realmente harto es de los puñeteros turistas veraniegos. Hace tiempo ya pensé en hacer una entrada solo sobre esto, pero no quería quedar como el protestón de turno, pero vamos, ya llega un punto en el que uno se quema de tanto capullo que viene aquí a dar por saco.

No es solo en la playa, que por una cosa y otra, apenas la he pisado este año, sino la de subnormales que se pueden concentrar en un edificio. Hay varios tipos de turistas, pero los voy a catalogar en dos: los que vienen a descansar y disfrutar (normalmente gente muy apañada y simpática... de esos que escasean) y los que vienen a joder a la gente. Bien, pues por aquí lo que más se ven son los del segundo tipo. No solo son gente que demuestran que no tienen educación ni nada por el estilo, sino que parecen que vienen a amargar a los demás más que a descansar de sus tristes vidas.

Por cierto, la principal víctima de todos los veranos es la misma: el ascensor. Normalmente, a lo largo del año, el ascensor funciona de fábula, pero no se si la gente que viene de otros lados no sabe leer o es que suben a sus respectivas casas por montacargas o algo, pero cuando pone "máximo 4 personas" no os metáis 6, por dios! Así está el ascensor, que cada dos semanas hay que llamar al técnico. Pero no solo eso, se ve que para algunas personas el estar de vacaciones es una excusa para no asearse y, oye! yo no soy quien para decir nada, si quieres oler a choto, a mi plim! pero, cuando te tienes que montar en el ascensor, y sientes como si te metiesen un puñetazo en la cara del pestazo a esa mezcla entre humanidad y basura y del ambiente tan cargado, pues como que no te hace mucha gracia.

Y bueno, eso lo dice el primero que suda como un cerdo, pero al menos me ducho y trato de no apestar demasiado.

Y ya que hablamos de vecinos, hay algunos que son un ejemplo de educación impresionante, la última fue que vi a una familia que iban muy cargados y, como estaba en el portal, me decidí a abrir la puerta y sujetarla; pues no se cuantos eran, pero todos entraron como cabrones con la cabeza agachada y sin mediar palabra; tampoco quiero que me monten un altar, pero di "gracias" aunque sea por educación, que no te van a cobrar por eso.

La última que he tenido ha sido hoy, cuando he ido a abrir la puerta del portal, y me he encontrado conque algún gracioso le había colocado un chicle en el ojo de la cerradura. Sin comentarios. Supongo que habrá sido algún imbécil que volvía de la playa y ha querido hacer la gracia, porque si hubiese sido alguno de los que ahora mismo residen en mi edificio, es para darle de hostias.

Eso es algo que por desgracia, siempre ha habido y siempre habrá, gilipollas los hay a pares a la vuelta de la esquina, y en verano, más.

Pero no todo lo malo del verano son los tocapelotas de los turistas, también están los otros tocapelotas del verano: Tachán, tachán! los resfriados veraniegos!!

Si, yo, como todos los años he vuelto a caer en la misma espiral de resfriado-dolor de garganta-faringitis, etc. Y menuda mierda!!!

En fin, que menos mal que las vacaciones veraniegas se van acabando para la mayoría, así, poco a poco se irá despejando esto de garrulos y vendrá la (casi) tranquilidad de Septiembre. Aunque seguirá haciendo calor xD

¡Nos leemos!

2 comentarios:

  1. ¡Excelente la entrada! Me hubiera encantado compartirla en mis otras páginas. Está, ESTUPENDA.
    Nunca faltan los maleducados, los cerdos... Hace tiempo viví en un departamento en el que el elevador estaba pequeñísimo. Como máximo cabían 4 personas. ¡Y mis vecinos subían fumando en él!
    En aquel entonces no eran tan tolerante al aroma del cigarro, pero de todas formas, ya ni la fregaban... Espacio casi completamente cerrado y diminuto, y para que se oreara...
    Por acá también nos tocan ver personas del segundo tipo de turistas que mencionas, y generalmente son de cierta parte del país, y son una bola de amargados que no le ven la gracia al humor ajeno, que buscan regatear incluso cuando el precio está regalado, y no darían las gracias ni pedirían permiso aunque la vida se les fuera en ello.
    Ojalá que pronto se vayan todos y puedas "disfrutar" lo que queda del calor.
    ¡Suerte!

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  2. Es increíble la cantidad de turistas que vienen a España y lo poquito que nos votan en Eurovisión xD

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