Nota introductoria de Obocarale: El Lector Furioso se refiere al Jeff Nicholson autor de cómics, parece que hay otro Jeff Nicholson actor, me he dado cuenta a la hora de buscar imágenes para maquetar la entrada. Eso es todo, disfrutad con la entrada del Lector Furioso :D
Fue en los 90, cuando, sepultados entre una catarata de
basura de la peor calaña procedente de Image, Marvel y demás, Jose María Berenguer, editor de la
revista El Víbora, nos ayudó a muchos a no dejar de leer tebeos,
descubriéndonos bien en la colección Brut Comix, bien en tomitos a precio de
ganga, las obras de autores tan respetados entonces, como hoy devaluados, pese
a que sigan las críticas entusiastas. Gente como Peter Bagge y su Odio, Daniel
Clowes y clásicos como Bola 8, o David Boring, o Charles Burns con al
fundamental álbum Misterios de la carne y más adelante con la Obra Maestra
Agujero Negro, entre otros, propusieron una alternativa de calidad en el
devaluado panorama comiquero de superhéroes estreñidos.
Lo que se me antoja extraño, visto el buen gusto y el mejor
ojo de Berenguer es que se le escapara la obra de Jeff Nicholson, cuyo Through
the habitrails representó uno de los más grandes logros del nuevo cómic
underground americano de los 90 y una obra que parece tristemente condenada a
permanecer inédita para siempre en nuestro país.
Nicholson comenzó autoeditando la serie Ultraklutz, que
narraba las aventuras de un don nadie de otro planeta que al llegar al nuestro
se convertía en un superhéroe, estilo Ultraman. Eso le permitió a su autor
rendir homenaje a las películas de monstruos japoneses, a través de una
narrativa primeramente amateur que fue adquiriendo más y más firmeza a cada
hilarante número. Un primer éxito, recopilado en dos gruesos tomos de 500 y
pico páginas cada uno.
Una obra primeriza, pero muy estimable, que llamó la
atención del Pope de la autoedición y del cómic independiente USA Dave Sim, que
dio una gran oportunidad a Jeff Nicholson: nada menos que publicar una historia
en las páginas de la muy prestigiosa serie Cerebus. Nicholson no desaprovecho
la ocasión y entregó el primer capítulo de la que a la postre resultaría su
Obra Maestra: Through the habitrails. Dicha serie saltaría a las páginas de la
soberbia antología Taboo de Stephen Bissette, ya comentada por aquí, donde se
publicarían un buen montón de capítulos.
Con el cierre de Taboo, Nicholson decidió finalizar la obra por su cuenta,
autoeditándola en un solo tomo.
El primer adjetivo que a uno le viene a la mente al leer
Habitrails es “kafkiano”. Efectivamente, las desventuras semiautobiográficas de
su anónimo protagonista y su relación con un entorno laboral opresivo, donde
hamsters empáticos absorben hasta la locura las malas vibraciones de los
trabajadores, perfectamente parecen sacadas de la pluma del gran escritor. Pero
en esta serie hay más, mucho más.
Nicholson desgrana con un sentido del humor corrosivo sus experiencias
laborales, su relación con sus compañeros de trabajo, sus inútiles intentos de
escape de una realidad asfixiante, sus fracasadas relaciones con el sexo
opuesto, y finalmente el control de su vida por el infernal Rey Hamster. Pero
no hay nada lloriqueante aquí, como en los cómics gafapastas que estamos hartos
de ver en nuestras tiendas de cómics: hay furia, humor salvaje, surrealismo,
patetismo, pero nunca autocompasión a través de una serie de relatos de
extensión variable contados sólo con textos de apoyo, sin bocadillos pero que
nunca se hacen pesados. Historias cortas que exhiben una rara lucidez envenada
y un excelente dibujo. Encima, la segunda edición de Habitrails guarda en sus
últimas páginas un epílogo realizado para la ocasión que, bueno, mejor lo leeis
por vosotros mismos.
Nominado 2 veces al premio Eisner, tras Through the
habitrails, su autor ha publicado otras dos series: la demencial Father and
son, que como su nombre indica trata de la relación infernal entre un padre y
un hijo en la Norteamérica de los 90, con un humor negro a prueba de bombas y
la extrañísima Colonia, un personal y surrealista relato de aventuras y piratas
(¡) que se prolongó durante 11 números, recopilados en 2 tomos y que supusieron
la demasiado prematura despedida de un gran autor del mundo de los cómics.
Os dejo el enlace de su página web (N. de Obocarale: aquí el lector furioso me tenía que haber dejado una dirección... cosa que no ha hecho. He buscado sin éxito y estoy cansado, así que hasta que me pase la web, si es que existe, lo dejo en blanco). Investigad y descubrid.
Hay todo un mundo de grandes tebeos ahí fuera. Palabra del Lector Furioso
Eres mas flojo que un muelle de guita
ResponderEliminarhttp://fatherandsontoon.com/jeffchron.html
EL LECTOR FURIOSO