Como os dije en mi presentación, para que el blog fuese más llevadero iba a contar con colaboradores, sin más os dejo con la primera entrega de "El kiosco del parque"
En la Historia del Tebeo existe, al igual que en todas las Artes, obras imprescindibles, obras mediocres, o simplemente correctas. Pero también podemos hablar de una serie de cómics que forman una especie aparte, lecturas que están más allá del bien y del mal, que campan a sus anchas ajenas al caprichoso dictado de críticos, o al voluble parecer del público.
Ejemplos los hay a patadas. No caigamos en el complejo de inferioridad que lleva al lugar común de “… y las Obras Maestras se pueden contar con los dedos de una mano”. No. Para tener poco más de un siglo, la historia del tebeo ha dado gran cantidad de obras de enorme calidad, de todo pelaje y nacionalidad. Son cómics a los que le trae al pairo su denominación, desde la acomplejada “Novela Gráfica” a la castiza “Tebeos”, que permanecen fuera de todo intento de encasillamiento, y que, como es obvio, hay que tener. Por cojones.
Cada cual puede tener su lista, todas por igual de respetables, pero no podemos obviar que una serie de nombres se repetirán en todas ellas : “Terry y los piratas”, “Krazy Kat”, “Locas”, “Corto Maltés” , “Cerebus”, “RanXerox” , “Los pasajeros del viento”, “Valentina”, los cómics de horror de la EC, “El lobo solitario y su cachorro”, “Mort Cinder”, etc. Y hablo naturalmente, de los inconmesurables tebeos de la Escuela Bruguera.
En este sentido, todo fan a los tebeos de pro, debería correr a la iglesia a poner dos velas de esas eléctricas que se iluminan con cinco céntimos: una por Toni Guiral, cabeza del proyecto, y otra por RBA que ha tenido a bien con emprender la ingrata tarea de sacar el material a la calle.
¿He dicho ingrata? Sí efectivamente, porque, en vez de echar espumarrajos de alegría y de correr a comprar ( en quiosco, siempre en quiosco, como en los gloriosos y mitificados 80, nada de suscripciones asépticas) con fervor religioso los 40 lustrosos tomos de esta serie, algunos se dedican a discutir sobre si la línea del tomo de Pepe Gotera y Otilio está rota, o si hay píxeles en la portada del tomo de Zipi y Zape, o si te puedes quedar vizco con los escaneos de Valor y al toro en el tomo dedicado a Mortadelo y Filemón.
Ejemplos los hay a patadas. No caigamos en el complejo de inferioridad que lleva al lugar común de “… y las Obras Maestras se pueden contar con los dedos de una mano”. No. Para tener poco más de un siglo, la historia del tebeo ha dado gran cantidad de obras de enorme calidad, de todo pelaje y nacionalidad. Son cómics a los que le trae al pairo su denominación, desde la acomplejada “Novela Gráfica” a la castiza “Tebeos”, que permanecen fuera de todo intento de encasillamiento, y que, como es obvio, hay que tener. Por cojones.
Cada cual puede tener su lista, todas por igual de respetables, pero no podemos obviar que una serie de nombres se repetirán en todas ellas : “Terry y los piratas”, “Krazy Kat”, “Locas”, “Corto Maltés” , “Cerebus”, “RanXerox” , “Los pasajeros del viento”, “Valentina”, los cómics de horror de la EC, “El lobo solitario y su cachorro”, “Mort Cinder”, etc. Y hablo naturalmente, de los inconmesurables tebeos de la Escuela Bruguera.
¡No has incluido mis comics, hijo de puta!
En este sentido, todo fan a los tebeos de pro, debería correr a la iglesia a poner dos velas de esas eléctricas que se iluminan con cinco céntimos: una por Toni Guiral, cabeza del proyecto, y otra por RBA que ha tenido a bien con emprender la ingrata tarea de sacar el material a la calle.
¿He dicho ingrata? Sí efectivamente, porque, en vez de echar espumarrajos de alegría y de correr a comprar ( en quiosco, siempre en quiosco, como en los gloriosos y mitificados 80, nada de suscripciones asépticas) con fervor religioso los 40 lustrosos tomos de esta serie, algunos se dedican a discutir sobre si la línea del tomo de Pepe Gotera y Otilio está rota, o si hay píxeles en la portada del tomo de Zipi y Zape, o si te puedes quedar vizco con los escaneos de Valor y al toro en el tomo dedicado a Mortadelo y Filemón.
ostiaa
Caballeros, seamos serios. O mejor dicho: no lo seamos tanto.
¡"Apartarse"! ¡Er de Anacleto pa mi!
Una crónica del Profesor Lomus
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