Tal vez el número más célebre de
la colección pos dos motivos, uno positivo y otro negativo: El positivo lo
constituye la presentación en sociedad en sus páginas del multipremiado Magnum
Opus de Alan Moore y Eddie Campbell sobre Jack el destripador, From Hell.
En cuanto a lo negativo tenemos
de un lado que la singular portada de John Totleben (una mujer con cabeza de piraña pariendo
pirañines) provocó el rechazo de todos los encuadernadores habidos y por haber,
lo que derivó en que cuando finalmente se encontró a un profesional dispuesto a
asumir la tarea lo hiciese con tanta prisa y tan mala fortuna que raro es el
ejemplar en el que no se separa la cubierta del resto del tebeo.
Y para más inri, las puercas
páginas de S. Clay Wilson (con sus gráficas imágenes de violación, asesinato en
variadas e imaginativas formas y castración de vampiro a mordiscos) provocó el
rechazo de los distribuidores, dañando y mucho las ventas.
Polémicas aparte, estamos ante un
número correcto, por debajo eso sí del anterior, pero recomendable. Y no solo
por From Hell. Tim Lucas, guionista
de Throat Sprockets nos vuelve a
sorprender con Sweet nothings, una
inquietante y anticonvencional historia sobre la maternidad con unos excelentes
dibujos de la pintora Simonida Perica-Uth. Eddie Campbell sigue con su minisaga
de la chica del pijama, Wet es una
eficaz vuelta de tuerca al tema de las casas embrujadas (y al problema de las
filtraciones de agua). Por su parte Richard Sala, autor de la excelente serie Peculia, nos trae Hate mail, y Michael Zulli, autor de la estupendísima serie de
culto Puma Blues nos arruina el día
con ese combinado de culpa católica y autocastración titulado Mercy; el chiste de una página “Oh
baby, our love is tabbo” tiene su gracia (en el dibujo se ve al empleado de
la morgue diciéndole la frase a una
muerta espeluznada a medio sacar de la cámara frigorífica) y finalmente Life with the vampire no es excelente,
pero recuerda poderosamente a Ann Rice, además de ser pionera del cómic gay
norteamericano, lo cual, gustos personales aparte, es un punto a su favor. Por
cierto ¿Os he dicho que la contraportada y las ilustraciones de las guardas
interiores son maravillosas?.
Seguid atentos a este, vuestro
blog. La semana que viene volvemos pisando a fondo el acelerador con TABOO 3:
MIRA MAMÁ. SIN FRENOS.
By El Lector Furioso
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